Los lipomas son lesiones de tejido graso muy frecuentes, con localizaciones típicas subcutáneas, intramusculares o sinoviales, entre otras. La localización intracraneal es la más infrecuente, representando el 0,4% de todos los tumores intracraneales1.
Los lipomas en el sistema nervioso central están ubicados con más frecuencia en la línea media (cuerpo calloso y cuerpos cuadrigéminos), entre el 80% y el 90% de los casos, y menos del 0,1% se encuentran en el ángulo pontocerebeloso1,2. Los tumores que se localizan en el ángulo pontocerebeloso con mayor frecuencia son los schwannomas y los meningiomas, representando el 70% y el 15% de los casos, respectivamente1.
Se presenta el caso clínico de un paciente de 46 años, sin antecedentes de importancia, con pérdida auditiva progresiva del lado derecho de seis meses de evolución, que se acompañó de espasmos faciales homolaterales. Tras descartar causas clínicas, se solicitó tomografía computarizada (TC) que mostró una lesión hipodensa en el ángulo pontocerebeloso derecho, con bordes delimitados, regulares y atenuación de −97 UH, con sospecha de lesión de contenido graso (Fig. 1).

Figura 1. TC (A) axial, (B) reconstrucción coronal, en la que se observa una lesión hipodensa homogénea (−97 UH), de bordes definidos, localizada en el ángulo pontocerebeloso derecho (flecha).
Se complementó con resonancia magnética (RM) aplicando secuencias turbo espín eco ponderadas en T1 y T2, observándose una lesión hiperintensa homogénea de bordes delimitados. Al aplicar secuencias de saturación grasa, dicha lesión presentó pérdida de señal sin realce al medio de contraste. En los cortes axiales se aprecia invasión de los pares craneales VII y VIII, y de la arteria cerebelosa anteroinferior. Por su comportamiento en la RM se confirmó el contenido graso de la lesión y se planteó manejo conservador (Fig. 2).

Figura 2. RM en secuencia DRIVE ponderada en T2, corte coronal (A), que muestra una lesión hiperintensa, homogénea, de bordes definidos, localizada en el ángulo pontocerebeloso derecho, envolviendo los pares craneales VII y VIII (flecha), y secuencia DIXON más gadolinio ponderada en T1, corte axial (B), en la que se aprecia una lesión hipointensa envolviendo la arteria cerebelosa anteroinferior (flecha).
Los lipomas son considerados como una malformación congénita en lugar de neoplasias reales. La teoría más aceptada para la formación de los lipomas intracraneales es que cuando el sistema nervioso central está en desarrollo, hacia la octava a décima semanas de gestación, el cerebro y la médula espinal se encuentran envueltos por la meninx primitiva, que es una membrana de tejido mesenquimal que dará origen al espacio subaracnoideo y las meninges, y su falta de remodelación y reabsorción dará lugar a la diferenciación en tejido adiposo, generando lipomas intracraneales3,4.
Los lipomas pueden o no presentar sintomatología. Cuando dan síntomas, como en el caso presentado, se debe al patrón de crecimiento lento y envolvente de los lipomas. Al localizarse en el ángulo pontocerebeloso rodeará los pares craneales VII y VIII, y en ocasiones la arteria cerebelosa ánteroinferior, y los síntomas serán causados principalmente por un efecto compresivo. Los signos y síntomas más frecuentes son pérdida de la audición, mareo, acúfenos, parálisis facial y pérdida sensorial del trigémino5.
Los estudios de imagen son considerados en caso de persistencia de los síntomas, al descartar las causas más comunes2,5.
En la TC se muestran como lesiones hipodensas, entre –40 y –100 UH, de bordes bien definidos, en ocasiones con calcificaciones en su interior, y no presentan realce tras el contraste yodado6.
En la RM, el comportamiento de los lipomas es característico. En las secuencias ponderadas en T1 son lesiones hiperintensas homogéneas y en ponderación en T2 presentan una señal variable de predominio hiperintenso. En las secuencias de saturación grasa van a eliminar o disminuir su señal, lo que confirma su contenido graso y los diferencia de otras causas de hiperintensidad, como hemorragias o lesiones de contenido proteico5,7. Se debe tener en cuenta que la intensidad de señal emitida por los lipomas va a depender de la cantidad de tejido adiposo en su interior4. Tras la administración de gadolinio intravenoso no presentan realce8.
Se realiza el diagnóstico diferencial con el schwannoma y el meningioma. La principal diferencia con los lipomas es su intenso realce de estos últimos ante el uso de material paramagnético; en los meningiomas se observará además cola dural2. Las secuencias de susceptibilidad magnética ayudan a diferenciar los schwannomas de los lipomas por presentar con mayor frecuencia hemorragias internas6. Además, se deben tener en cuenta los quistes epidermoides, los cuales se diferencian de los lipomas por su contenido graso no uniforme2,5 y restringen en la secuencia de difusión. Los quistes aracnoideos tienen la característica del líquido, son hiperintensos en T2 e hipointensos en T1 y no restringen en la difusión.
El tratamiento es conservador en la mayoría de los casos. El seguimiento debe realizarse cada tres a cinco años con estudios de RM, reduciendo el tiempo en relación con la sintomatología5. La intervención quirúrgica es una opción infrecuente, aplicada a pacientes con síntomas graves o con un diagnóstico radiológico incierto; su principal limitación son las complicaciones transquirúrgicas por un área anatómica compleja9.
Agradecimientos
Los autores agradecen la participación de la jefa del servicio de imagenología en la revisión del texto.
Financiamiento
Los autores declaran no haber recibido financiamiento para la realización del presente trabajo.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Consideraciones éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad, consentimiento informado y aprobación ética. Los autores han seguido los protocolos de confidencialidad de su institución, han obtenido el consentimiento informado de los pacientes, y cuentan con la aprobación del Comité de Ética. Se han seguido las recomendaciones de las guías SAGER, según la naturaleza del estudio.
Declaración sobre el uso de inteligencia artificial. Los autores declaran que no han utilizado ningún tipo de inteligencia artificial generativa en la redacción de este manuscrito.